LAS MANDARINAS 3 - EZEIZA 0
El barrio está de fiesta
11/11/2022
Las Mandarinas celebra al ritmo de su equipo de Primera División y goleó por 3 a 0 a Ezeiza por la ida de las semifinales. Gravano, Muñoz y Albarracín, los que se anotaron en la red.
De tarde; de mañana; de noche; domingos; sábados; lunes; viernes; miércoles. Las Mandarinas juega cuando el calendario le deje lugar y gracias a su presente futbolístico e institucional. En esta ocasión, como para cortar la semana, el público se acercó hasta La Fortaleza para acompañar a su equipo, el cual enfrentó a Ezeiza por la ida de las semifinales de la Metro.
Un gol tempranero abrió la tarde como para allanar el camino. Un centro desde la derecha por parte de Muñoz, encontró la cabeza de Joaquín Gravano quien fusiló con la testa al portero del equipo visitante; a los 22, el volante creativo marcó de tiro libre tras un remate con poco peligro que el arquero rival no desactivó a tiempo.
Las Mandarinas se floreó y podría haber hecho uno o dos más ante un Ezeiza perdido que mostró el fastidio de algunos jugadores que parecían no querer terminar en la cancha.
Para el complemento, el técnico Galván pateó el tablero y metió cuatro cambios. Una apuesta audaz que mejoró por mucho la cara del equipo de Ezeiza y que empezó a asediar a Las Mandarinas cuando no pudo tener la pelota. Fueron claves las intervenciones de Mel Macedo para mantener el cero en su valla y en las dos ocasiones que el conjunto blanco llegó al gol, fueron anuladas por posición adelantada.
Matías Molina también movió el banco para rematar la faena; tras un offside mal cobrado y una pelota despejada en la línea por un defensor de Ezeiza, Ezequiel Albarracín quedó de cara al gol tras una gran habilitación de Gastón Dávila, recientemente ingresado.
Goleada y alegría en el Omar Genaro Redruello que sueña con otra final. La serie se define el miércoles en la cancha de Ezeiza a sabiendas de que Atlético y Progreso o Real Sociedad será el primer finalista. La gente sueña con un clásico definitorio, pero antes lo disfruta, porque como dijo un hincha al irse del estadio “el barrio está de fiesta”.
